Conversación, Escuchas a escondidas

Los restaurantes están prohibiendo los teléfonos en sus mesas

En los últimos años, muchos restaurantes de todo el mundo han dado un paso audaz para prohibir los teléfonos en sus mesas. Las razones de esta decisión son variadas, pero todas se derivan del deseo de alentar a los comensales a relacionarse entre sí y disfrutar de sus comidas de una manera más presente y consciente. En este artículo, exploraremos la tendencia creciente de las prohibiciones telefónicas en los restaurantes y examinaremos las razones por las que cada vez más establecimientos adoptan esta política.

El aumento de la adicción al teléfono es un fenómeno bien documentado, con estudios que muestran que las personas pasan un promedio de 3 horas y 15 minutos en sus teléfonos cada día (Statista, 2021). Esta tendencia se ha extendido a todos los aspectos de nuestras vidas, incluidas las comidas. En lugar de relacionarse entre sí, muchas personas pasan su tiempo mirando sus pantallas, navegando por las redes sociales, revisando el correo electrónico o jugando. Esto ha llevado a lo que algunos han llamado “comportamiento zombi”, donde las personas están físicamente presentes pero mentalmente ausentes.

Los restaurantes no son inmunes a esta tendencia, y muchos han notado que los comensales están cada vez más pegados a sus teléfonos en lugar de disfrutar de la comida y la conversación que los rodea. Esto ha llevado a algunos restaurantes a tomar medidas y prohibir los teléfonos en sus mesas, con la esperanza de promover experiencias gastronómicas más significativas y comprometidas.

Uno de esos restaurantes es The Shed en Londres, que implementó una prohibición telefónica en 2017. Según el copropietario Simon Anderson, la prohibición se implementó para alentar a los comensales a estar presentes en el momento y relacionarse entre sí. “Creemos que la comida es algo que debe disfrutarse y saborearse, y eso no puede suceder si estás constantemente revisando tu teléfono”, dijo en una entrevista con The Guardian (McVeigh, 2017). Desde la implementación de la prohibición, Anderson informa que los comentarios de los clientes han sido abrumadoramente positivos, y muchos comensales expresaron su gratitud por la oportunidad de desconectarse y conectarse con sus acompañantes.

Otros restaurantes han seguido su ejemplo, incluido el restaurante con estrella Michelin The Fat Duck, que prohibió los teléfonos en 2019. El chef Heston Blumenthal dijo que implementó la prohibición porque quería que los comensales estuvieran completamente presentes y comprometidos con la experiencia de cenar en su restaurante. “Queremos que la gente pueda desconectar y disfrutar el momento”, dijo en una entrevista con The Guardian (Kellaway, 2019). Desde la implementación de la prohibición, Blumenthal informa que la atmósfera en el restaurante se ha vuelto más relajada y agradable, con comensales que conversan e interactúan más entre sí.

Los beneficios de las prohibiciones telefónicas en los restaurantes no se limitan a promover interacciones más significativas entre los comensales. También hay evidencia que sugiere que prohibir los teléfonos puede conducir a mejores experiencias gastronómicas en general. Un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica descubrió que los comensales que se distraían con sus teléfonos durante una comida disfrutaban menos de la comida y recordaban menos la experiencia (Cheyne et al., 2018). Esto sugiere que al eliminar los teléfonos de la ecuación, los restaurantes pueden crear una experiencia gastronómica más placentera y memorable para sus clientes.

A pesar de los beneficios de las prohibiciones telefónicas, hay quienes argumentan que son innecesarias o incluso intrusivas. Algunos comensales pueden sentirse incómodos con la idea de verse obligados a guardar sus teléfonos, mientras que otros pueden argumentar que los teléfonos son necesarios para emergencias o comunicaciones importantes relacionadas con el trabajo. Sin embargo, muchos restaurantes han encontrado formas de adaptarse a estas preocupaciones y, al mismo tiempo, promover un ambiente sin teléfonos.

Por ejemplo, algunos restaurantes ofrecen casilleros o áreas designadas donde los comensales pueden guardar sus teléfonos durante la comida. Otros permiten que se usen los teléfonos para tomar fotos o revisar mensajes, pero piden que se guarden durante la comida. Algunos restaurantes incluso han ido tan lejos como para ofrecer un pequeño descuento a los comensales que aceptan guardar sus teléfonos durante la comida.